Nos les tenemos miedo. Se nos acercan, nos asustan, nos provocan, soportamos. No salimos volando como cualquier mosca de cuarta. Cagona, nerviosa, pesada.
Dirán que nos emborracha el olor a mierda, a caño, a meo. Pero no.
Somos eso, malditas mosquitas de baño.
sábado, 28 de abril de 2012
En definitiva, ser cucaracha no tiene nada de malo. ¿Qué hay con ser marrón? ¿Cuál es el problema en hacer crunch contra el piso? Como cualquier otro bicho, se aferra a la vida mientras la vive, o viceversa. Depende del origen de su linaje.
o viceversa, o vive mientras se aferra a la vida porque el crunch siempre es intencional verdad?
ResponderEliminar